La necesidad de la unidad de los trabajadores en lucha, como estrategia, para alcanzar los fines colectivos
0 comentarios Publicado por Causa Libertaria en 6:07La unidad de los trabajadores es fundamental para lograr las justas demandas que surgen de las necesidades que día a día viven en sus centros laborales. Ya que en los periodos de negociación colectiva el patrón utilizará todos los elementos que tenga a su alcance para impedir que estas demandas sean alcanzadas. Intentará negociar a puertas cerradas con los dirigentes sindicales, negociar con parte de los trabajadores y hasta incurrir en amenazas de despidos. Para hacer frente a esto es necesario que las decisiones sindicales se tomen de manera democrática, que los dirigentes no tengan la facultad de tomar decisiones sin consultar a la asamblea, y en caso que el empleador no quiera aceptar lo pedido no darse por vencidos y paralizar sus funciones, porque la suma de su trabajo es el elemento indispensable para el desarrollo de toda actividad, la que junto con la unidad y la lucha les dan una fuerza inconmensurable para lograr lo pedido.
Así, si un trabajador paraliza sus funciones, en demanda de lo justo, sólo logrará su despido, sin embargo, si todos los trabajadores paralizan sus funciones, lograrán detener el proceso productivo de la empresa, por lo cual el empleador dependerá completa e irremediablemente del conocimiento y la mano de obra de los trabajadores para el funcionamiento de la empresa, no así los trabajadores que al solidarizar entre sí y mantener la cohesión no dependen en lo absoluto del patrón develando la naturaleza parasitaria de dicho empleador.
Con el transcurso de la historia lo anterior se tornó una cuestión evidente para la clase dominante, por lo que los liberales, al alero de la dictadura militar, para establecer y consagrar su ideología en nuestra sociedad y poder así acumular más riquezas en desmedro de la calidad de vida de los trabajadores, han introducido variados mecanismos legales de desunión o desorganización de los trabajadores, tales como la imposibilidad de crear una nueva central única de trabajadores, considerando que la existente no tiene ningún poder negociador, lo cual quedó demostrado en los dos paros nacionales convocados hace un par de años, donde con suerte adhirieron los estatales, además sus dirigentes se han mostrado públicamente a favor del gobierno y sus prácticas antisindicales, por ejemplo aceptando la nueva ley de subcontratratación, y peor aun participando de su elaboración y levantándola como un gran avance de la clase trabajadora. Es acá donde se hace más evidente la existencia de una burocracia sindical que no tiene otro objeto que ser el vocero de los empresarios ante los trabajadores, esto también se reproduce en los sindicatos de las empresas donde se hace indispensable romper con las estructuras clásicas del sindicalismo, donde todas las responsabilidades recaen en el dirigente y los trabajadores de base solo acatan sus decisiones. Además los trabajadores se encuentran imposibilitados legalmente de negociar colectivamente por rama, la negociación inter-empresas que se hace indispensable con la nueva ley de subcontratación (los trabajadores subcontratados del cobre dieron un ejemplo que con unidad y lucha se puede sobrepasar la legalidad y obligar a los empleadores a responder a sus demandas), en lugar de esto incentivan la multiplicidad de organizaciones sindicales al interior de una empresa, bajo el pretexto de la "Libertad" sindical.
En la actualidad todas estas trabas se han traducido en una gran perdida de la eficacia de la organización sindical y consecuentemente en un desincentivo para los trabajadores en lo relativo a la creación y participación en este tipo de organizaciones. Esto se demuestra al ver los índices de sindicalización nacional, los cuales bordean apenas el 10% del total de la fuerza laboral, lo que responde claramente a la maquinaria represiva encabezada por el "tata colores" y la junta militar, que simultáneamente con las reformas implantadas por los "Chicago Boys" dieron pie para que en los noventa al sonido de "la alegría ya viene" la concertación y sus burócratas continuaran con el trabajo sucio de la atomización de los trabajadores y el fortalecimiento del sector privado, reflejando sus intereses en la precariedad laboral, la subcontratación y el progresivo debilitamiento de la organización de los sindicatos , en los cuales para colmo de males empezaron a tener injerencia operadores políticos del pacto social (alianza-concertación-PC), los cuales sólo apuntaron hacia reformas parciales para los más precarizados, asegurando un margen de utilidad bastante bueno para las empleadores, todo esto por supuesto en el marco de la institucionalidad que entregan los que sostienen el sistema de explotación. Para ellos es mucho más productivo entregar soluciones parches a los precarizados, a que el pueblo comience a reclamar y exigir sus derechos, o sea, a organizarse.
Aparentemente existen dos vías para solucionar la falta de unidad en el movimiento de los trabajadores, una emanada de la clase política y la otra desde los mismos trabajadores. La primera vía es técnicamente posible, ya que la clase política podría incentivar la organización de los trabajadores, por medio de la imposición de leyes que intervengan las estructuras organizacionales de las empresas. Sin embargo, esto no ha sucedido, a pesar que la mayoría de los electores del supuesto sistema democrático nacional pertenece a la clase trabajadora. La contradicción expuesta se explica porque la clase política, hermana de la clase alta, responde ante todo a los intereses económicos empresariales. Por lo tanto, los trabajadores para acabar con la explotación (y sus derivados como la precaridad laboral) de la que son objeto han de prescindir de intermediarios y en especial de la clase dominante, por lo que han de actuar por sí, organizándose para lograr la unidad que requiere la consecución de sus demandas y recuperar la conciencia de que son capaces de la defensa de sus intereses, sin pedirle permiso ni al estado ni al patrón.
Finalmente para ejemplificar que es posible la reorganización de los trabajadores lo expuesto anteriormente puede extrapolarse a nuestra Universidad y a su reciente proceso de negociación colectiva, en el cual, a pesar de la existencia de dos organizaciones sindicales, éstas decidieron negociar colectivamente en conjunto, abandonando las divisiones formales y recuperando la unidad necesaria para representar un real contrapeso a la fuerza económica que detenta el empleador. Este puede ser el comienzo de una real organización de base, la cual de no mediar los vicios enunciados puede llevar a los trabajadores a un nivel tal de organización que les permita autodeterminarse. Por esto saludamos fraternalmente la lucha de los trabajadores de ésta casa de estudios y de nuestro país, y los instamos a una real organización en la que todos participen para el beneficio de todos.
Así, si un trabajador paraliza sus funciones, en demanda de lo justo, sólo logrará su despido, sin embargo, si todos los trabajadores paralizan sus funciones, lograrán detener el proceso productivo de la empresa, por lo cual el empleador dependerá completa e irremediablemente del conocimiento y la mano de obra de los trabajadores para el funcionamiento de la empresa, no así los trabajadores que al solidarizar entre sí y mantener la cohesión no dependen en lo absoluto del patrón develando la naturaleza parasitaria de dicho empleador.
Con el transcurso de la historia lo anterior se tornó una cuestión evidente para la clase dominante, por lo que los liberales, al alero de la dictadura militar, para establecer y consagrar su ideología en nuestra sociedad y poder así acumular más riquezas en desmedro de la calidad de vida de los trabajadores, han introducido variados mecanismos legales de desunión o desorganización de los trabajadores, tales como la imposibilidad de crear una nueva central única de trabajadores, considerando que la existente no tiene ningún poder negociador, lo cual quedó demostrado en los dos paros nacionales convocados hace un par de años, donde con suerte adhirieron los estatales, además sus dirigentes se han mostrado públicamente a favor del gobierno y sus prácticas antisindicales, por ejemplo aceptando la nueva ley de subcontratratación, y peor aun participando de su elaboración y levantándola como un gran avance de la clase trabajadora. Es acá donde se hace más evidente la existencia de una burocracia sindical que no tiene otro objeto que ser el vocero de los empresarios ante los trabajadores, esto también se reproduce en los sindicatos de las empresas donde se hace indispensable romper con las estructuras clásicas del sindicalismo, donde todas las responsabilidades recaen en el dirigente y los trabajadores de base solo acatan sus decisiones. Además los trabajadores se encuentran imposibilitados legalmente de negociar colectivamente por rama, la negociación inter-empresas que se hace indispensable con la nueva ley de subcontratación (los trabajadores subcontratados del cobre dieron un ejemplo que con unidad y lucha se puede sobrepasar la legalidad y obligar a los empleadores a responder a sus demandas), en lugar de esto incentivan la multiplicidad de organizaciones sindicales al interior de una empresa, bajo el pretexto de la "Libertad" sindical.
En la actualidad todas estas trabas se han traducido en una gran perdida de la eficacia de la organización sindical y consecuentemente en un desincentivo para los trabajadores en lo relativo a la creación y participación en este tipo de organizaciones. Esto se demuestra al ver los índices de sindicalización nacional, los cuales bordean apenas el 10% del total de la fuerza laboral, lo que responde claramente a la maquinaria represiva encabezada por el "tata colores" y la junta militar, que simultáneamente con las reformas implantadas por los "Chicago Boys" dieron pie para que en los noventa al sonido de "la alegría ya viene" la concertación y sus burócratas continuaran con el trabajo sucio de la atomización de los trabajadores y el fortalecimiento del sector privado, reflejando sus intereses en la precariedad laboral, la subcontratación y el progresivo debilitamiento de la organización de los sindicatos , en los cuales para colmo de males empezaron a tener injerencia operadores políticos del pacto social (alianza-concertación-PC), los cuales sólo apuntaron hacia reformas parciales para los más precarizados, asegurando un margen de utilidad bastante bueno para las empleadores, todo esto por supuesto en el marco de la institucionalidad que entregan los que sostienen el sistema de explotación. Para ellos es mucho más productivo entregar soluciones parches a los precarizados, a que el pueblo comience a reclamar y exigir sus derechos, o sea, a organizarse.
Aparentemente existen dos vías para solucionar la falta de unidad en el movimiento de los trabajadores, una emanada de la clase política y la otra desde los mismos trabajadores. La primera vía es técnicamente posible, ya que la clase política podría incentivar la organización de los trabajadores, por medio de la imposición de leyes que intervengan las estructuras organizacionales de las empresas. Sin embargo, esto no ha sucedido, a pesar que la mayoría de los electores del supuesto sistema democrático nacional pertenece a la clase trabajadora. La contradicción expuesta se explica porque la clase política, hermana de la clase alta, responde ante todo a los intereses económicos empresariales. Por lo tanto, los trabajadores para acabar con la explotación (y sus derivados como la precaridad laboral) de la que son objeto han de prescindir de intermediarios y en especial de la clase dominante, por lo que han de actuar por sí, organizándose para lograr la unidad que requiere la consecución de sus demandas y recuperar la conciencia de que son capaces de la defensa de sus intereses, sin pedirle permiso ni al estado ni al patrón.
Finalmente para ejemplificar que es posible la reorganización de los trabajadores lo expuesto anteriormente puede extrapolarse a nuestra Universidad y a su reciente proceso de negociación colectiva, en el cual, a pesar de la existencia de dos organizaciones sindicales, éstas decidieron negociar colectivamente en conjunto, abandonando las divisiones formales y recuperando la unidad necesaria para representar un real contrapeso a la fuerza económica que detenta el empleador. Este puede ser el comienzo de una real organización de base, la cual de no mediar los vicios enunciados puede llevar a los trabajadores a un nivel tal de organización que les permita autodeterminarse. Por esto saludamos fraternalmente la lucha de los trabajadores de ésta casa de estudios y de nuestro país, y los instamos a una real organización en la que todos participen para el beneficio de todos.
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"En este presupuesto, el gasto social crece 5,7 por ciento (1) , fíjense bien, en medio de esta crisis internacional, no sacrificaremos, sino que aumentaremos los recursos para las personas".
A partir de estas “esperanzadoras” palabras del ministro de hacienda deberíamos creer que el año próximo estará exento de todo sobresalto financiero, que a pesar de la crisis mundial del capitalismo podremos seguir viviendo tranquilamente como las conciencias aletargadas lo han hecho hasta ahora sin cuestionarnos en absoluto lo que sucede a nuestro alrededor. La naturalización de la realidad se ha convertido en nuestro gran problema como personas, país y humanidad, dejamos pasar la vida como si no valiera la pena vivirla, obedecemos con una fe ciega lo que los grandilocuentes políticos nos dictan vendiendo de esta forma nuestra capacidad de pensar de manera autónoma. Por esto que al encontrarnos frente a esta crisis y a estas ridículas palabras que emanan desde el gobierno nos proponemos recalcar que son sólo una artimaña más de estos facinerosos que vemos por estos días por cada esquina que transitamos para acaparar a los individuos (mas bien sus votos) que siguen viviendo lamentablemente en la desesperanza y por sobretodo en ignorancia con lo que caen víctimas de la PUBLICIDAD electoral. Y no se trata solamente de la molestia que puedan causarnos los “cartelitos”, porque eso es un problema mínimo comparado por ejemplo con la gran cantidad de dinero que se invierte en ellos la cual podría servir para fines más productivos en el ámbito social. Sin embargo nosotros no pedimos que estos recursos sean entregados filantrópicamente por el Estado ya que creemos en la auto-gestión y la auto-organización, conceptos claves para despertar la conciencia dormida de todo aquel que cree que sin un jefe vigilante no puede existir el “progreso”. Ahora bien, el tema electoral golpea nuestra puerta (literalmente), cada candidato se pasea con su aire sobrador y bonachón dándose a conocer como la alternativa adecuada para cubrir el puesto que uno de su misma calaña ha dejado disponible, sus grandes campañas nos hacen pensar que tendrán esa empatía con el ciudadano durante todo su periodo en el cargo lo que lleva al desprevenido a caer en la trampa. Luego nos preguntamos donde está el 5,7% mencionado por el ministro, la respuesta… está en cada esquina, en cada plaza, en cada edificio, lo lamentable es que se encuentra convertido en una cara cubierta con una sonrisa tan falsa que la nuestra se transforma en una mueca triste y desesperanzada.
Para reforzar lo que estamos intentando dar a conocer podemos citar a la mismísima presidente de Chile: “Espero muy sinceramente que todos los sectores eviten sacar ventajas electorales de un momento que exige, más que nunca, poner el centro de nuestra atención y de nuestra acción en las personas, en todos ustedes que hoy reciben mi mensaje de alerta, pero de optimismo", ¿perdón? ¿Esto que hace el ministro y la misma presidente no es sacar ventajas de una crisis tan profunda que puede hasta dejar sin alimentos a los más desposeídos de nuestro país (2)? ¿Decir que se aumentará el gasto social en medio de una crisis internacional y de periodo electoral no es sacar ventajas, no es decir “vota por nosotros”? al decir esto no queremos dejar en claro la inconsecuencia sólo de la concertación, ya que sabemos con toda certeza que cualquiera sea del lado que sea haría lo mismo. Al parecer el mensaje fue escuchado sólo por la clase dueña del poder político y económico ya que no encontramos el optimismo por ningún lado mirando desde nuestra perspectiva, mirando desde abajo.
Después de todo lo dicho nos queda dar no la solución, ya que esta está en cada uno de nosotros, precisamente eso es a lo que apuntamos como jóvenes, estudiantes y personas conscientes que creemos y alentamos fervientemente el pensamiento autónomo en pro de una sociedad fraterna, solidaria y por sobretodo libre en donde mi libertad no limite la de otros sino que la complemente. Es así como hacemos el llamado a pensar dos veces antes de hacer la fatídica raya oblicua que nos determina y ahoga en un sistema represivo y perverso que maquina cómo mantenernos ignorantes y al margen de todo lo que es la verdadera realidad, a desnaturalizar nuestro pensamiento, a cuestionarnos todo, a dejar de lado las sedimentaciones culturales y trabajar por el anhelado porvenir que llegará por el actuar revolucionario de cada uno de nosotros. La invitación ya está hecha, tú decides, pero esta vez es en serio no oculto tras una urna.
¡¡¡¡¡SU PODER ES NUESTRA IGNORANCIA!!!!! A partir de estas “esperanzadoras” palabras del ministro de hacienda deberíamos creer que el año próximo estará exento de todo sobresalto financiero, que a pesar de la crisis mundial del capitalismo podremos seguir viviendo tranquilamente como las conciencias aletargadas lo han hecho hasta ahora sin cuestionarnos en absoluto lo que sucede a nuestro alrededor. La naturalización de la realidad se ha convertido en nuestro gran problema como personas, país y humanidad, dejamos pasar la vida como si no valiera la pena vivirla, obedecemos con una fe ciega lo que los grandilocuentes políticos nos dictan vendiendo de esta forma nuestra capacidad de pensar de manera autónoma. Por esto que al encontrarnos frente a esta crisis y a estas ridículas palabras que emanan desde el gobierno nos proponemos recalcar que son sólo una artimaña más de estos facinerosos que vemos por estos días por cada esquina que transitamos para acaparar a los individuos (mas bien sus votos) que siguen viviendo lamentablemente en la desesperanza y por sobretodo en ignorancia con lo que caen víctimas de la PUBLICIDAD electoral. Y no se trata solamente de la molestia que puedan causarnos los “cartelitos”, porque eso es un problema mínimo comparado por ejemplo con la gran cantidad de dinero que se invierte en ellos la cual podría servir para fines más productivos en el ámbito social. Sin embargo nosotros no pedimos que estos recursos sean entregados filantrópicamente por el Estado ya que creemos en la auto-gestión y la auto-organización, conceptos claves para despertar la conciencia dormida de todo aquel que cree que sin un jefe vigilante no puede existir el “progreso”. Ahora bien, el tema electoral golpea nuestra puerta (literalmente), cada candidato se pasea con su aire sobrador y bonachón dándose a conocer como la alternativa adecuada para cubrir el puesto que uno de su misma calaña ha dejado disponible, sus grandes campañas nos hacen pensar que tendrán esa empatía con el ciudadano durante todo su periodo en el cargo lo que lleva al desprevenido a caer en la trampa. Luego nos preguntamos donde está el 5,7% mencionado por el ministro, la respuesta… está en cada esquina, en cada plaza, en cada edificio, lo lamentable es que se encuentra convertido en una cara cubierta con una sonrisa tan falsa que la nuestra se transforma en una mueca triste y desesperanzada.
Para reforzar lo que estamos intentando dar a conocer podemos citar a la mismísima presidente de Chile: “Espero muy sinceramente que todos los sectores eviten sacar ventajas electorales de un momento que exige, más que nunca, poner el centro de nuestra atención y de nuestra acción en las personas, en todos ustedes que hoy reciben mi mensaje de alerta, pero de optimismo", ¿perdón? ¿Esto que hace el ministro y la misma presidente no es sacar ventajas de una crisis tan profunda que puede hasta dejar sin alimentos a los más desposeídos de nuestro país (2)? ¿Decir que se aumentará el gasto social en medio de una crisis internacional y de periodo electoral no es sacar ventajas, no es decir “vota por nosotros”? al decir esto no queremos dejar en claro la inconsecuencia sólo de la concertación, ya que sabemos con toda certeza que cualquiera sea del lado que sea haría lo mismo. Al parecer el mensaje fue escuchado sólo por la clase dueña del poder político y económico ya que no encontramos el optimismo por ningún lado mirando desde nuestra perspectiva, mirando desde abajo.
Después de todo lo dicho nos queda dar no la solución, ya que esta está en cada uno de nosotros, precisamente eso es a lo que apuntamos como jóvenes, estudiantes y personas conscientes que creemos y alentamos fervientemente el pensamiento autónomo en pro de una sociedad fraterna, solidaria y por sobretodo libre en donde mi libertad no limite la de otros sino que la complemente. Es así como hacemos el llamado a pensar dos veces antes de hacer la fatídica raya oblicua que nos determina y ahoga en un sistema represivo y perverso que maquina cómo mantenernos ignorantes y al margen de todo lo que es la verdadera realidad, a desnaturalizar nuestro pensamiento, a cuestionarnos todo, a dejar de lado las sedimentaciones culturales y trabajar por el anhelado porvenir que llegará por el actuar revolucionario de cada uno de nosotros. La invitación ya está hecha, tú decides, pero esta vez es en serio no oculto tras una urna.
¡¡¡¡Y NUESTRO PODER LA ORGANIZACIÓN!!!!
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(1)En realidad este aumento no es tal, ya que es sólo un reajuste por el alza de la inflación, lo que en economía se llama función contra-cíclica. Es decir Chile ha logrado ahorrar tanto con recursos como el cobre e impuestos (que nos pertenecen a todos) y puede seguir invirtiendo lo mismo en “materia social” como lo venía haciendo antes de la crisis.
(2)La escalada de los precios de los alimentos, lejos de beneficiar a los pequeños agricultores de los países en desarrollo, ha empeorado su situación y ha profundizado la pobreza y la desigualdad de 290 millones de personas. Este es una de las conclusiones que se desprenden del informe “Precios de doble filo” que Oxfam Internacional dio a conocer en el marco del Día Mundial de la Alimentación.
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